The Devil's Roar

El límite oriental de Sea of Thieves es conocido por su actividad volcánica, que ha tenido unos efectos drásticos sobre el terreno local. Las rocosas playas y las costas escarpadas y abruptas hacen que sea todo un desafío acercarse, y aunque hay vida vegetal por aquí, la mayoría de las veces parece un tanto agreste.

La causa de alarma más evidente son las numerosas erupciones, ya que prácticamente cualquier isla de The Devil's Roar puede eyectar inmensas cantidades de rocas en llamas al aire sin apenas advertencia. Son capaces de dañar tanto a los piratas como a sus navíos, iniciando incendios y perforando incluso el casco, aunque al menos entonces tendrías algo de agua a mano para apagar las llamas.

Dado que estas turbulencias también calientan excesivamente el océano cercano, hasta llegar a hervir lentamente a cualquiera que intente ponerse a salvo nadando, no es de extrañar que muchos piratas decidan mantener su barco a una distancia prudencial del destino de la tripulación y emprender la última etapa de su viaje en un bote de remos. No obstante, aunque una isla parezca inactiva, los viajeros tendrán que esquivar fisuras de las que saldrán disparados chorros de agua hirviente, a no ser que les interese una breve panorámica aérea de su entorno (seguida por un significativo trauma en el tobillo).

Sea of Thieves está rodeado por una niebla cambiante llamada The Devil's Shroud, el Velo del Diablo. La exposición a esta niebla puede tener efectos desastrosos tanto en piratas como en sus navíos. The Devil’s Roar llevaba unos cuantos años engullido por esta niebla entrometida, y solo fue redescubierto gracias a las desventuras de la capitana Grace Morrow y su funesta tripulación, la alianza The Forsaken Shores.

No obstante, antes de aquel momento, la región había recibido numerosas visitas de otros piratas, sobre todo las de los fieles seguidores del capitán Flameheart, cuyos restos quedaron enterrados por aquí tras su derrota. Flameheart también utilizó un retorcido laberinto en las profundidades bajo el Road para su propio y nefasto beneficio: los eventos recogidos en los Grandes Relatos El alma marinera y Corazón de fuego, respectivamente.

Más recientemente, se han utilizado municiones de contrabandistas para descubrir santuarios ocultos repartidos por todo The Devil's Roar, lo que sugiere que la civilización misteriosa conocida como los antiguos podría haber habitado alguna vez la zona, por motivos propios y no del todo inocentes...

Grace Morrow
Grace, la única superviviente de su expedición a The Devil's Roar, quedó permanentemente alterada por sus consecuencias y también fundó el único puesto de avanzada de la región. Si bien sus días como aventurera parecen ser cosa del pasado, sigue haciendo de guía a tripulaciones durante el Gran Relato The Shores of Gold.

Lucía y Elías
Dos miembros de la liga de contrabandistas que, sorprendentemente, se disponen a enfrentarse a los numerosos peligros de The Devil's Roar para ayudar a expandir las operaciones del grupo. Cada uno tiene sus propios motivos para acampar en las guaridas de los contrabandistas, donde probablemente no consigan dormir a pierna suelta.

Muchas tripulaciones de travesías de compañías comerciales pueden tener homólogos cinéreos que, como cabría esperar, se desarrollan en The Devil's Roar. Estas misiones tienen que ver con versiones volcánicas del botín, desde calaveras de recompensa cinéreas hasta cofres cinéreos de las leyendas, cada uno de los cuales se venderá por un precio mayor dado el peligro adicional que supone obtenerlos.

Algo que cabe destacar es la Caja de secretos prodigiosos, un poderoso artefacto que puede, con muy poca frecuencia, encontrarse varado en las islas de la región. La Parca pagará una abundante suma por tal hallazgo, pero los jugadores también pueden optar por entregar la caja a Grace, en el puesto de Morrow's Peak, a cambio de una recompensa igualmente nutrida.

Como alternativa, los piratas más gastrónomos, armados con un buen suministro de larvas, solamente pueden capturar devilpeces al surcar The Devil's Roar, y ofrecerlos en La Llamada del Cazador como una fuente de obtención de oro bastante más pequeña, pero también más fiable.

Una fuente de tesoros única de la zona son los tres sagrarios de los antiguos, aunque las tripulaciones que pretendan llegar allí paseando van a tener que cambiar de planes. Las puertas del sagrario solo se pueden abrir con unas llaves que guardan unos enigmáticos enemigos llamados la Guardia Eterna, que no están exactamente dispuestos a entregártelas durante una cordial conversación.

Si bien los piratas pueden obtener un buen suministro de doblones visitando las islas de The Devil's Roar y localizando los restos de los compañeros caídos de Grace, las recompensas más permanentes deben reclamarse completando los dos Grandes Relatos de la era cinérea ambientados en la región. Entre ellas se incluyen La espada de las almas de Pendragon, Las velas y el casco del infame galeón Ashen Dragon, e incluso una maldición cinérea que imbuye algunas características faciales bastante ardientes.

Por su parte, enfrentarse a la Guardia Eterna y entrar en los sagrarios que protegen te otorgará premios como las incorporaciones recientes al conjunto de armas de cenizas olvidadas, además de objetos relacionados con los misteriosos marginados conocidos como los desterrados...